lunes, 13 de agosto de 2007

¡NO IMPORTA EL COLOR DEL GATO...

.... SINO QUE CACE RATONES!

Cito esta sencilla metáfora utilizada por Deng Xiao Ping en defensa de los cambios que introdujo al Sistema Comunista Chino durante su mandato (y que han transformado a ese país en una de las más importantes potencias económicas mundiales, con alta probabilidad de desplazar a EEUU de su sitial antes del fin de este siglo XXI), para defender las buenas iniciativas en función de su esencia, más que de dónde vienen (en relación a los debates generados sobre el tema del Sueldo Ético, planteados por la Iglesia Católica a través de su cuerpo opinante, la Conferencia Episcopal).

Debemos reconocer, por un lado, el poder mediático de la Iglesia pero también su poder transformador de espíritus, y su cualidad de ser un poder para el Bien.

Viniendo de un no creyente como yo, crítico de todos los períodos oscuros de la Iglesia Católica y de sus manejos de Poder (¿qué Institución se salva de ese fenómeno?), esto puede sonar raro, pero no lo es tanto si se piensa que, tal como lo expresa la Iglesia en múltiples textos, ella busca "facilitar y promover el perfeccionamiento espiritual de los seres humanos" (Encíclica Mater et Magistra, del Papa Juan XXIII), entre otros loables fines. Llama la atención esta declaración por su afinidad con otras declaraciones, de índoles tanto religiosas como no religiosas.

Creo firmemente que estos puntos de encuentro son los que permitirán construir una sociedad mejor (y lo aclaro al pasar, dado que me he encontrado innumerables veces con el prejuicioso que piensa lo contrario: NO ES NECESARIO SER RELIGIOSO O CREER EN DIOS PARA SER UN HOMBRE DE BIEN).

Las incompatibilidades y diferencias deben solucionarse haciendo uso de lo que nos distingue de todos los otros seres vivos en la Tierra: la Inteligencia, pero no a secas, sino que subordinada al cultivo de las virtudes, entre las cuales son indispensables la Tolerancia, el Respeto, la Bondad y la Honestidad (en el diario vivir y en las intenciones del propio accionar).

Una "segunda voz" laica.

4 comentarios:

Unknown dijo...

¡Es imposible no creer en Dios y tener una moral elevada, en pocas palabras, ser bueno y piadoso!
Yo conozco a uno solo, pero en el fondo, él cree, porque Dios alcanza para todos.
Amén.

Bdo dijo...

Eso es porque no me conoces a mi, estimado.

Unknown dijo...

Precisamente, a tí me refería querido Siervo de Dios.
Él te ama incluso a tí.
Amén

Alvaro de Ghald dijo...

Yo creo que mi abuelita los habría querido a ambos. Era muy suelta debo decirlo.
Con todo, mi abuelita decía cuando la limosna es mucha hasta el pordiocero se asombra. ¿ Habeis cometido algún pecado mortal querido José María? Tal vez el pecado de la carne, el dinero o la sobervia?